CONTAR O NO CONTAR CALORÍAS PARTE 4
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Cuando no contar
Situación # 1 – Tu neurosis te lleva a ningún lugar
Puede ser que cada tanto te encuentres por ahí gastando montones de tiempo en búsqueda de la dieta perfecta entre las millones que probablemente existen, no has terminado de entender una y ya estás tratando de usar la otra, unas cuantas horas después ya habrías hecho otro ajuste. De esa manera ni siquiera tienes la oportunidad de ver si obtienes progresos y ya te encuentras tratando con una nueva dieta.
Con tanto en mente, y la necesidad de contabilizar cada gramo de comida que entra en tu boca podrías estar perdiendo tu visión de la verdadera meta. La paciencia es una virtud, y de seguir así te quedaras sin ella. Podrías estresarte cada vez que se trate de tu nutrición y ese montón de esfuerzo que estás poniendo ahí podría llevarte a ningún lugar.
Si te encuentras en una posición similar y te consideras una víctima de parálisis por análisis, quizás es un buen momento para alejarte un poco de los números e invertir esa energía en lo básico de la nutrición. Ten la seguridad de que nada malo va a ocurrir.
Respira profundamente y dirige tu atención al peso que levantas en el gimnasio, o presta atención a esa pechuga de pollo asada que se encuentra en tu plato y cómo te hace sentir el comerla toda. Bastante bien no? Cuando fue la última vez que te permitiste disfrutar la comida? Solo intenta comer mejor. Menos azúcar, menos harinas, menos fritos y buena cantidad de carnes. Un par de porciones de fruta por día, quizá 1 yogur griego por ahí. Algo de frutos secos y lo demás que vaya fluyendo.
Situación # 1 – Tu neurosis te lleva a ningún lugar
Puede ser que cada tanto te encuentres por ahí gastando montones de tiempo en búsqueda de la dieta perfecta entre las millones que probablemente existen, no has terminado de entender una y ya estás tratando de usar la otra, unas cuantas horas después ya habrías hecho otro ajuste. De esa manera ni siquiera tienes la oportunidad de ver si obtienes progresos y ya te encuentras tratando con una nueva dieta.
Con tanto en mente, y la necesidad de contabilizar cada gramo de comida que entra en tu boca podrías estar perdiendo tu visión de la verdadera meta. La paciencia es una virtud, y de seguir así te quedaras sin ella. Podrías estresarte cada vez que se trate de tu nutrición y ese montón de esfuerzo que estás poniendo ahí podría llevarte a ningún lugar.
Si te encuentras en una posición similar y te consideras una víctima de parálisis por análisis, quizás es un buen momento para alejarte un poco de los números e invertir esa energía en lo básico de la nutrición. Ten la seguridad de que nada malo va a ocurrir.
Respira profundamente y dirige tu atención al peso que levantas en el gimnasio, o presta atención a esa pechuga de pollo asada que se encuentra en tu plato y cómo te hace sentir el comerla toda. Bastante bien no? Cuando fue la última vez que te permitiste disfrutar la comida? Solo intenta comer mejor. Menos azúcar, menos harinas, menos fritos y buena cantidad de carnes. Un par de porciones de fruta por día, quizá 1 yogur griego por ahí. Algo de frutos secos y lo demás que vaya fluyendo.