LA COMIDA NO ME LLENA
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A veces podemos confundirlo con algún problema psicológico quizá, el hecho que a pesar de todo lo que nos comemos seguimos buscando más. Pero quizá no sea psicológico en si, sino algo que podríamos ajustar con la composición de nuestras comidas o ciertos hábitos y resolverlo con relativa facilidad.
Para empezar debemos estar atentos a la composición de nuestras comidas. Tener suficiente proteína por ejemplo puede generar más sensación de saciedad debido a que tarda más tiempo en digerirse. La fibra también es muy importante en ese sentido debido a que ocupa más volumen y se tarda más en digerir que los carbohidratos simples.
Unos pancakes con salsa de chocolate pueda que tengan las mismas calorías que unos cuantos huevos revueltos pero con seguridad será más fácil estar de nuevo listo para continuar comiendo después de los pancakes que después de los huevos debido a que el alto contenido de proteína y grasa hacen que se tarden más en digerirse y mantienen la saciedad por más tiempo. .
De hecho, sabías que existen receptores que indican al cuerpo qué tan expandido está el estómago y así envía señales al cerebro de que se encuentra satisfecho después de una comida? .
Si consumes comidas que tengan más volumen y menos calorías estaremos saciados más rápido, y si no se vacía tan rápido permaneceremos saciados por más tiempo. Justo ahí es donde las comidas ricas en fibra como frutas y verduras nos ayudan a mantenernos saciados.
Por supuesto hay factores que tienen que ver con nuestro estilo de vida y que debemos prestarles atención como estar distraído mientras comes, comer muy rápido, sentirse estresado, hacer demasiado ejercicio, dormir mal, la presión alta y la resistencia a la insulina, pero para empezar por algún lugar firme lo primero es lo que elegimos comer.