Las vitaminas y minerales son micronutrientes esenciales que nuestro cuerpo necesita para llevar a cabo una variedad de funciones vitales. A pesar de que se necesitan en cantidades pequeñas, son fundamentales para el funcionamiento adecuado de nuestros sistemas.
Las vitaminas son sustancias orgánicas que se dividen en dos grupos, vitaminas solubles en agua (como la vitamina C y las vitaminas del complejo B) y vitaminas solubles en grasa (como las vitaminas A, D, E y K). Cumplen una variedad de funciones, como el apoyo al sistema inmunológico, la regulación del metabolismo y la protección de las células contra el daño oxidativo.
Los minerales son elementos inorgánicos que desempeñan un papel crucial en una serie de procesos biológicos. Algunos ejemplos importantes incluyen el calcio para la salud ósea, el hierro para el transporte de oxígeno en la sangre y el zinc para el funcionamiento del sistema inmunológico.
Si tu alimentación incluye variedad de fuentes de proteína animal, cereales, frutas y verduras, en promedio no deberías tener deficiencias que te generen problemas de salud, sin embargo, hay algunos casos en los que resulta importante o conveniente el uso de multivitamínicos.
Deficiencias de nutrientes: Si tienes una deficiencia de vitaminas o minerales específicos, un multivitamínico puede ayudarte a abordar esas carencias. Esto es especialmente importante si tienes una dieta restrictiva o si sigues un estilo de vida que limita la disponibilidad de ciertos nutrientes.
Dietas restrictivas o específicas: Si sigues una dieta vegetariana o vegana, es posible que tengas dificultades para obtener suficiente vitamina B12 y hierro de fuentes vegetales solamente.
Adultos mayores: A medida que envejecemos, la absorción de nutrientes puede disminuir, y algunos adultos mayores pueden tener dificultades para obtener suficientes vitaminas y minerales de los alimentos. Un multivitamínico puede ayudar a asegurar que se cumplan las necesidades nutricionales básicas.
Atletas y personas activas: Aquellos que realizan ejercicio intenso y regular pueden tener mayores requerimientos de ciertos nutrientes, como las vitaminas B, C y D, así como minerales como el zinc y el magnesio.
Épocas de estrés o enfermedad: Durante periodos de estrés, enfermedad o recuperación de lesiones, el cuerpo puede necesitar un mayor apoyo nutricional. Un multivitamínico puede ayudar a mantener el sistema inmunológico y promover la recuperación.
Mujeres embarazadas o en período de lactancia: Las mujeres embarazadas y las que están amamantando tienen requerimientos nutricionales adicionales. Un multivitamínico diseñado para estas etapas de la vida puede ser útil para asegurar que se cubran todas las necesidades del feto o del bebé.
Prevención de enfermedades crónicas: Algunos estudios sugieren que ciertos antioxidantes y nutrientes, como la vitamina C, la vitamina E y el selenio, pueden ayudar a reducir el riesgo de enfermedades crónicas como enfermedades cardiovasculares y cáncer cuando se toman en cantidades adecuadas.
No olvides que los suplementos multivitamínicos deben usarse con precaución y bajo la supervisión de un profesional de la salud, ya que el exceso de ciertas vitaminas y minerales puede ser perjudicial para la salud. La mejor manera de asegurarse de obtener todos los nutrientes esenciales es mantener una dieta equilibrada y variada que incluya una amplia gama de alimentos frescos y saludables. Los suplementos deben considerarse como complementos a una alimentación adecuada, no como sustitutos.