LA GRASA REBELDE PARTE 1

Existen varios tipos de grasa y responden diferente a tu estilo de vida, entrenamiento y alimentación.

Tenemos la grasa marrón que ayuda al cuerpo a generar calor y para ello usa como combustible la grasa normal o blanca, también hay tejido adiposo visceral, que rodea los órganos de la cavidad abdominal, y hay un tejido adiposo intramuscular, la grasa que se almacena en y alrededor del músculo.

Pero cuando hablamos de grasa rebelde, nos referimos principalmente a la grasa subcutánea, que está justo debajo de la piel. La grasa rebelde es diferente. Tiene una mayor densidad de receptores alfa, es más sensible a la insulina y recibe menos flujo sanguíneo que la grasa que puedes quemar más fácilmente.

Para quemar la grasa corporal, incluidas estas áreas de grasa rebelde, la lipasa hormono sensible es activada por mensajeros hormonales, descomponiendo los triglicéridos en glicerol y ácidos grasos. A partir de aquí, se produce la oxidación de lípidos, descomponiendo aún más los ácidos grasos. Eventualmente, excretaremos los ácidos grasos degradados a través del sudor, la respiración, la orina y la defecación.

La grasa rebelde se libera a un ritmo más lento que la grasa no rebelde. La razón tiene que ver con las hormonas liberadoras de grasa llamadas catecolaminas (incluyen la adrenalina, la noradrenalina y la dopamina). El trabajo de estas hormonas es unir los receptores (receptores alfa y receptores beta) en los tejidos grasos que influirán en la tasa de liberación de la grasa. Los receptores beta dan a la liberación de grasa una "luz verde" para acelerar el proceso. Los receptores alfa le dan a la liberación de grasa una "luz amarilla", desacelerándola.

En otras palabras, los receptores alfa, que son prominentes en las reservas de grasa rebelde, disminuyen la actividad de la lipasa hormono sensible, que es la principal enzima liberadora de grasa en el cuerpo.
De modo que para quemar la grasa rebelde debemos aumentar la cantidad de receptores beta y reducir la cantidad de receptores alfa. Mejorar el flujo sanguíneo y la sensibilidad a la insulina ayudará a que eso ocurra y así asegurarnos de usar esa grasa rebelde. 
En la segunda parte hablaremos de los métodos para hacerlo realidad.❤️

PARTE 2 AQUI